miércoles, 12 de diciembre de 2012

Horas










Horas


Es hora de horas, de silencio de silencios,  bullicio de sentidos vacíos.
Es hora de horas, de palabras llenas de almas, de vidas ajenas a la mía, de soledades unidas a otra vida por vivir.
Es hora de horas, de árboles frondosos de frutos prohibidos, de besos perdidos, de abrazos sin abrazos.
Es hora de horas, de cielos cubiertos de nubes, de lluvia de lágrimas, risas y anhelos.
Es hora de horas, de montañas por conquistar, de valles sin horizontes, de horizontes lejanos pero perennes.
Es hora de horas, de minutos, silencios rotos por el recuerdo de tu mirada, del sonido de tu voz,  y el aíre que llegamos a respiramos juntos.
Es hora de horas,  partida al infinito, de huida a ningún lugar, de pensamientos unidos tan solo por recuerdos.
Es hora de horas, de huellas de futuro, de hullas de pasado, de huellas del presente…
Es hora de horas, de segundos relámpagos, de luces del alba, de música celestial bajo la luna.
Juan Manuel Álvarez Romero©2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

Como pájaro de papel.-


                                                Juan Manuel Álvarez Romero© 2012
                               

Como pájaro de papel.-
Nómada
Hoy como siempre, me levanto tarde,  el peluquero sigue recortando,  la nevera sigue igual,  el autobús se escapa,  el mundo se queda del mismo modo,  la humanidad se transforma en algo que deja sin respiración... las sonrisas de venden, el hambre se compra, la libertad se queda apartada para otro momento... las calles se llenan de turistas que miran y miran y nadie se queda. 

Hoy como siempre el paseo se queda en un sueño, y los sueños siguen su camino. Porque son los únicos que no se deben cambiar,  son los que nos salvan,  nos hacen sentir que seguimos en el camino… vivos… hoy más que ningún día del año, se siente el impulso de seguir caminando, de no mirar hacia atrás, hoy como siempre nada es igual

Como en esos sueños, que no recuerdas bien al día siguiente, los que te hacen sentir con ganas de seguir durmiendo para poder proseguir, para retomar el hilo del mismo.
Me desperté con esa sensación de  no poder terminar un dulce sueño en el que no existían  las palabras, solo música, sonidos de agua, tierra y mar… donde todo se transformaba en bellas palabras, de esperanzas y sueños, sonidos hermosos y maravillosos que cubrían el cielo con aíres de libertad, de esperanzas, de igualdad.
Al poner los pies en el suelo, estos se hundieron en un lecho de barro frio; en ese momento el cuerpo reaccionó y, despertó todos mis sentidos, me olvidé de la necesidad de buscar un café, olvidé de pronto donde estaba. Mi mente se perdió en un estado de confusión y de perplejidad al no saber muy bien que era aquello.
Aún sentado en la cama, miré a mí alrededor, buscando una explicación, buscando la realidad que la noche antes abandoné. Ahora solo podía percibir el frio lecho de barro, mi cuerpo se paralizó, como también mis sentidos, mis horas preestablecidas, mi rutina no estaba en lo normal.
Intenté ponerme de pie, pero un tronco inmenso me golpeo en la frente, esto hizo que me volviera a sentar de nuevo en lo que antes era mi cama y ahora  una piedra fría.
El barro se convirtió de pronto en agua, y los peces me daban en  los pies  pequeños bocaditos.  Los pájaros se adentraron en la habitación y las ramas de inmensos árboles  lo invadieron todo, los sonidos de un maravilloso bosque se adentró en mis sentidos; en mi entorno todo era paz y tranquilidad. Poco después conseguí reaccionar, cuando el agua ya llegaba a mis rodillas, y los muebles comenzaron a flotar por la habitación…
Las paredes dejaron de existir,  y  a su vez se transformaron en troncos;  entre ellos resplandecía un radiante sol… Fue cuando percibí sombras que aparecían y desaparecían…  lo mismo era de día que de noche, lo mismo corría el aíre, como se apaciguaba en un estado de calor húmedo y sofocante…
Caminé por aquél río de sueños hasta llegar a un claro del bosque ancho y extenso, donde la luz lo invadía todo… donde no era posible divisar con claridad todo lo que me rodeaba. Pero sin duda los bosques ya no estaban, el rio se convirtió en asfalto, un semáforo rojo me advertía que estaba en un atasco y en medio de la ciudad…  de pronto las sirenas de las ambulancias me sacaron de esta ilusión matinal, y antes de llegar a ningún lugar, pude comprobar que la ciudad ya no era la misma…   que sin duda no estaba en mi habitación…  como un pájaro de papel,  me quedo sin alma ante tanto hormigón.
Juan Manuel Álvarez Romero© 2012























Las horas

No pude ver el pequeño árbol que brotaba junto al río,
No pude ver las palabras que me dijiste un día y que hoy recuerdo en susurros ya lejanos, pero permanentes en mí.
No pude ver la verdad que tus mensajes me transmitían en luces de neon
No pude ver cuando te alejaste de mí
No supe entender tus miradas
No supe llorarte
                           ***
Nunca nos conocimos del todo
Nunca estuvimos juntos
Nunca llegamos hacer el amor
Nunca nos besamos
Nunca tuvimos hijos
Nunca existimos del todo
Aun así te amo
                          ***

Te amo, aun no habiendo estado nunca junto a ti
Te amo, aun sabiendo que nunca me viste
Te amo, aun sabiendo que nunca te vi
Te amo, estando junto a ti
Te amo, lejos de ti
Te idolatro
Te siento
Te palpo
Te quiero
                         ***

Hoy el árbol ha crecido
Hoy el árbol da sombra sobre este hogar
Hoy sé que estarás junto a mí
Hoy estarás junto a mí…



Juan Manuel Álvarez Romero 2012-04-26

domingo, 25 de noviembre de 2012

Alas hasta el alba







Alas hasta el alba, horas que se llenan de palabras y sonidos... música que alimenta, silencios que transcurren sin sombras, sombras que son sonidos, luces, estrellas, día que se aproxima ... vida que espera "ser" atrapada ...

Alas para la mañana, que avanza sin tregua hasta el sol que cubre mi rostro desnudo de luces.

Alas para la tarde, que persigue a la noche como delirio.

Alas para la noche, que llega como gran sombra sobrecogedora, que me arropa bajo el manto blanco de la luna.
                                                           ***

Alas eternas que me lleven al infinito cielo  cubierto de sueños en forma de nubes que me acogen y, que de mil formas me arrastran a los sueños que se debaten entre la noche y el día.

Alas perpetúas entre el ave fénix y la mítica tierra que sueña  ser fecundada por la vida.
                                                           ***

Alas  para la tierra que llama al cielo, el cielo que mira a la tierra, ambos se aman,  crean y crecen infinitamente hacia horizontes definidos en cumbres inexpugnables. Entre abismos de grandeza, entre sueños imperecederos que van creciendo hacia lo desconocido. 


2012-07-30®Juan Manuel Álvarez Romero

lunes, 5 de noviembre de 2012

sentir









Hoy no quiero hacer el amor contigo
Hoy tan solo quiero abrazarte
Tan solo sentir tu piel
Tan solo observarte
Hoy no quiero que hagamos el amor
Tan solo respirarnos
Sentir nuestras piernas unidas, entrelazadas
Olernos
Vernos
Tocarnos
Escuchar nuestros silencios
Escuchar como duermes
Escuchar tu silencio
Sentir nuestro amor, tal es
Juan Manuel Álvarez Romero
―©2012-11-06

viernes, 2 de noviembre de 2012

25-3-2011 JOSÉ LUIS RUBIO








25-3-2011

Buenas tardes. Sentarse ante unos folios en blanco y ponerse a escribir es una ventura. Una aventura apasionante. Una aventura realista, imaginativa, hermosa, dramática, de ayer, de hoy, de mañana. Una aventura que desarrollamos en forma de poema, de cuento, de relato corto, de novela, de historia, de biografía, de teatro, de radio, de televisión, de cine, de tebeo o de periodismo. Una aventura, como digo, siempre apasionante.

Nuestro escritor de hoy, Juan Manuel Álvarez Romero, como otros muchos escritores, inició su aventura, escribiendo poemas, pero esta segunda sesión del café literario, nos presentará, nos desmenuzará, su primera novela que tiene una gran carga dramática.

Juan Manuel antes de coger la pluma mezclaba colores en el lienzo y realizó exposiciones en solitario y con otros pintores en Sevilla, su ciudad natal, y en otras ciudades europeas. El color y el dibujo empleado siempre remarcados por negros y rojos dan a sus creaciones un ritmo. También trabajó, Juan Manuel, antes de aventurarse a plasmar letras sobre un papel, el mármol, la piedra y materiales de reciclaje. También ha colaborado en la ambientación de películas y óperas. 

En definitiva Juan Manuel antes de aventurarse en la novela ha recorrido otros muchos caminos del arte y de todos ellos ha ido extrayendo unas esencias que ha añadido a su personalidad y a su formación autodidacta permitiéndole ese bagaje plasmar, en las 170 paginas, de su novela una historia llena de vida y fuerza.

De Sevilla, ciudad hermosa, que tiene un color especial como dice la copla, pero yo añadiría que también tiene un olor especial, sobre todo ahora en primavera, cuando los naranjos están en flor, y donde inspirarse no es difícil, nos viene Juan Manuel que quiere aquí, en Conil, junto al mar seguir inspirándose.

Ahora Juan Manuel nos hablará de su ópera prima, El hijo de las costureras.

2011© JOSÉ LUIS RUBIO

lunes, 22 de octubre de 2012

Nómada Relato “Ilumina tú parte”



                                              










Nómada
Relato “Ilumina tú parte”

Pese a tantas y tantas desgracias como hemos heredado es preciso reconocer que se nos ha legado una libertad espiritual suma. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente, reducir la imaginación a la esclavitud en virtud de aquello que con grosero criterio se denomina felicidad, es despojar a cuanto uno encuentra en los más hondo de si mismo del derecho a la justicia, a permitirse llegar a saber de si y de cuanto rodea eso que puede llegar a ser…. 

Andre Bretón “Primer Manifiesto Surrealista”

    En las calles, resurgen las cenizas de las que un día forme parte, tarde o temprano uno vuelve a reconstruirse, a crecer y seguir viviendo… la monotonía a veces hace que el horizonte se aleje y se difumine en sueños perpetuos que no parecen llegar nunca… aunque están ahí… tan cerca y tan lejos a la vez…

En nuestros recuerdos están aquellos que nos dejaron su impronta, su sabiduría, amor y vida... En nuestra mente liquida resurgen las palabras sólidas de las personas que amamos y amaremos siempre...En nuestros ideales, principios, consciencia, aparecen también las huella de lo inesperado... insólito, o perdido para siempre, y recuperado en nuestros corazones...

Lo que ocurre cuando dejas el camino, no es otra cosa que el vació y la incertidumbre de no encontrar las huellas de vuelta a la encrucijada… 

Emigrar, salir en estampida, o hacerme un proyecto donde la meta sea la huida, ¿pero hacia donde?… siempre hacia lo desconocido.

El suelo de la calle refleja los viejos neones de la vieja alameda, muchos rotos, incoloros por el desgaste del tiempo; existen huellas del tiempo en algunas fachadas de los edificios, o al menos de tiempos en los que la vida era distinta a los de hoy… ―quizás, no estoy seguro―, pero a lo lejos veo siluetas conocidas, quizás huidizas a la realidad, o quizás lejanas en el tiempo, me parecieron fantasmas del ayer,  junto con sombras que no dejan ver bien la luz del día que se aproxima… mi huida es sin duda hacia la luz, hacia la luz que desprenda una línea divisoria que ayude en verdad a la huida definitiva de este mundo surrealista… de falsos prejuicios, destrucción de principios, de dignidades humanas, de vidas corridas por ideales ajenos hasta entonces por ellos mismos.

En la calle donde habito, surgen huellas del pasado que ya no recordaba, en la calle donde habito resurgen huellas que me hicieron olvidar quien soy…

Se comienza a caminar solo,  y termina con cientos de almas humanas… otras continuas solo, con esos proyectos que nos hacen seguir, sin abandonar lo que nos hizo comenzar, a veces se difuminan en confusas ideas que nos desvían… y me pregunto porqué caminamos en zig-zag y no en línea recta, como sería lo lógico… ¿o quizás sea yo el que no encuentra esa línea divisoria entre el cielo y la tierra?

Es complejo ponerle nombre a las luces y sombras que resurgen del pasado con nuevas lentes, nuevas palabras ya olvidadas, como realidad, ficción… sentido, vida, libertad… aunque la palabra libertad nunca llegó a ser, solo es una utopia colectiva y que solo la conseguimos individualmente… es posible siempre que no se mezclen los extremismos… nada es bueno desde el fascismo, la historia no lo ha demostrado mil veces…

¿Se puede vivir entre la realidad y la ficción sin pecar de realista, o viceversa? Me lo pregunto cada mañana mientras busco al ave fénix entre las nubes, entre las sombras que me impiden levantarme de la cama y salir fuera, y ver la realidad, no mía, pero como si lo fuera, cuando arrastro mi cuerpo fuera, transito por calles, paso por coches aparcados durante semanas en el mismo lugar, las cosas se repiten diariamente… las mismas caras que se cruzan en mi camino, los mismos camareros que me saludan al pasar, y para cambiar la rutina algunas veces me paro a tomar algún café… después me encamino al mercado… no sé si decir que son las mismas frutas de la semana pasada, las mismas verduras con algunas manchas que anuncian que han estado guardada en cámaras… las mismas ancianas que compran solo para el día; y  así tener el mismo motivo para salir a la calle, día tras día, aunque solo sea por unas horas, al encuentro de alimentos, de palabras amables, de sonrisas de complicidad entre ellas.  Intercambio saludos para así sentirme vivo por unos instantes, intercambiar palabras con los tenderos, palabras que salen espontáneamente, por no ser tan serio… y que ellos agradecen como lo agradezco yo, palabras, a veces con sentimientos y otras por instinto de cordialidad… ¡buenos días!... ¿como va todo?... ¿quien ganó ayer el partido?

De regreso a casa la parada en el estanco, un paquete de cigarrillos algunos días, otros un mechero por no andar pidiendo fuego… otras una parada en otro bar para leer la prensa mientras me tomo mi segundo y ultimo café del día… pero antes de entrar está la señora que me pide todos los días un vaso de agua, mientras me cuenta que espera que abra el dentista a las cinco y media, ─¡señora son las nueve de la mañana!─… y así a diario, y no solo a mi si no a todo aquel que entre… ─la señora de la barra se lamenta, por la cantidad de vasos que la anciana se lleva después a casa─.
Después intercambiar algunas palabras con algún conocido sobre la política, esto me recuerda a Aristóteles, otras sobre el tiempo, sobre mis hijos o los de otro… ─interesante─…  otra señora al salir me pide un poema… los que saben que escribo me preguntan a diario por mi nuevo libro… pero los esquivo, cambio de acera. No hay nada más torturador que te lo pregunten a diario… ¿no saben que escribir es algo que surge, fluye… uno no busca escribir un libro todos lo días… porque sencillamente no salen por arte de magia, salen cuando uno menos se lo espera… de mil trozos, de mil ideas guardadas en carpetas, de una mirada… uno escribe y escribe… cosas que la mayoría de la veces no sirven para nada… me cabreo y cambio de pensamientos… busco pensamientos continuamente, en paginas de libros, en fachadas, en los rostros que se cruzan conmigo.

Los libros últimamente los leo desde la mitad, y voy de a delante atrás, o viceversa… otras me zampo documentales tan largos que me olvido del tiempo… otras me voy a la biblioteca a mirar lomos de libros y alguna vez que otra saco alguno y me lo bebo. Creo que mi vida es un caos, ¡un puro caos!… no encuentro ese equilibrio perfecto que se encuentra cuando encuentras la historia a contar… cuando no tienes noción de lo que ocurre a tu alrededor. No escuchas nada, no ves nada, no sientes nada… si suena el teléfono, sencillamente no lo coges, si llaman a la puerta sencillamente no existes. En esos momentos te olvidas si saliste a la calle a buscar comida, a leer la prensa, a saludar al tendero o al camarero del bar de la esquina.

En fin, no era esto lo que estaba contando… me desespera que me pregunten, que me persigan, digo o pienso… me gusta el silencio, la soledad… la tranquilidad. Quiero irme de este país, este barrio, de este mundo si fuese posible… huir donde nadie te pregunte, nadie sepa quien eres, nadie mire como compras, caminas, miras… donde nadie necesite de mi presencia… pero eso solo es cuando estoy así… Después viene el deseo de no estar solo, la necesidad imperiosa de salir a buscar y sentir la vida a mí alrededor… a buscar los saludos cordiales de cada día, de cada mañana, de leer la prensa, de escuchar música, de ver los mismos coches en el mismo lugar… de perseguir sueños, de recordar y de sentir. De estar en el lugar que siempre soñaste y de algún modo, una vida sencilla… donde estés con la persona amada… donde puedas compartir tus deseos y pensamientos… donde lo que pienses si que importe. Donde lo que ames sea lo más importante, donde lo que vives te regenere… al menos cada mañana miro al cielo buscando al ave fénix para ver si trae las nuevas de un día diferente y por fin realmente-ficticio, he iluminado.
Ilumino mí parte, quizás para que otros no tropiecen en la misma rutina que yo cuando no veo al ave fénix.  



Juan Manuel Álvarez Romero.- ®2012-10-21para letras, revista literaria
http://www.alvaeno.com/LetrasTRLnoviembre2012.pdf

domingo, 21 de octubre de 2012












Lloro tus besos, busco tus manos
Recuerdo tus besos, siento
Huyo de mí, te busco en mí
Piso barro, hojas de otoño
Me mojo, son lágrimas

***

Sueño despierto, bajo a la tierra
Subo a las nubes, llueve sobre mojado
Despierto del ayer, encuentro tus cabellos
Caigo en el olvido, pero vivo el hoy

***
Las estrellas aparecen después de la nada
La luna ilumina mis duendes
La ventana mira al mar
Los días pasan, quedan las horas antes del alba

***
La barca espera en la orilla
El oleaje la aleja
Se pierde
Se busca
Desaparece
Reaparece el horizonte

***
Los símbolos me persiguen
Las luces iluminan la huida
Decido quedarme ante el mar
Vuelvo al mar
Me convierto en mar


Juan Manuel Álvarez Romero®2012

miércoles, 10 de octubre de 2012

calle cortada


... Las calles se tornan de cristal, aun sin llover, pero tras el camión de la limpieza dejan el pavimento húmedo;  las luces centellean como si tuviesen vida propia... los pies aun torpes al contacto con el agua, resbalan sobre los colores, torres difuminadas, edificios zigzagueantes que muestras su historia confusa en un lienzo imaginario, pero a la vez tan real. Mis pies continúan adelante aun sin la experiencia de la nueva superficie, se niegan a aceptarla, se niegan a destruir la historia que se difumina a cada paso... la historia de miles de sueños, romances, mitos y realidades que desembocan en una alcantarilla...
Aunque la calle esté cortada, y el camino marcado por símbolos discordantes... continuo... continuo sobre los reflejos de la historia... para buscar, para buscarme, para no tropezar con los reflejos... como oasis imaginarios...  aun no ha llovido y el suelo anda húmedo de reflejos de historia, de símbolos arquitectónicos que avisan de su presencia real... bajo la calma de las estrellas

Juan Manuel Álvarez Romero ®2012

martes, 18 de septiembre de 2012

Nomadas
















ficcion.debatepress.com%2F%3Fp%3DverNoticia%26idNoticia%3D12932%26idCategoria%3D1&h=8AQHch-HYAQHjmR37kW24U6RsfjCVQ-axcDfctuY_UzbPHw

Llega la luz, pero se va cada dos por tres. La carretera nacional pasa por medio del pueblo; los camiones me despiertan cada mañana avisándome que ya es hora de levantarme. Quiero estar en todo y al final no estoy en nada. La cocina se me hace un mundo, porque me abstrae el fuego de la chimenea y, me quedo como un zombi mirando como se consumen los troncos de encina, mientras tomo el primer café. Entre esto y las pinturas, mi cabeza anda en otros lugares lejanos, que en su día formaron y alimentaron lo que hoy soy.

En el cuadro que estoy pintando vuelo junto a un águila, veo barcos que se alejan en la historia y me traen objetos maravillosos de otros tiempos; perlas, cedas, olores a especias, vestidos orientales y perfumes exóticos.

Cuando paso por la cocina, justo al lado del estudio, me paro ante el fuego, se consume lentamente; me siento ante él, y comienzo a olvidar el viaje del cuadro y, “entro en este texto”, —en mi pequeño portátil—, con la música de Wim Mertens, y me pregunto sobre qué escribir esta semana, el recorrido que andaba en trance, paró por un tiempo, sé que debo continuar, buscar otro lugar, pero sin huir de lo que soy, porque allá donde vaya seré siempre el mismo solitario. Me refugio en mi trabajo, me quedo absorto en mis pensamientos, busco formas de crear y de ser, al menos y en principio, sacar todo lo que queda dentro después de muchos caminos. Nuca se terminan, y si no te paras, al final todo queda en algún lugar de la cabeza o del corazón. Ahora sé que toca sacarlos de ahí, donde estén, aún no descubrí de donde salen, ni tampoco porqué se ocultan y no quieren salir en muchas ocasiones. Pero al final siempre salen, de una forma u otra.

Ahora me levanto y vuelvo al viaje junto al águila, este me espera en una cornisa de acantilado; quiere enseñarme el bosque de álamos, el río que lo recorre, el valle, y llevarme junto al mar. Pero antes debo presentarme al chaman, este me espera para darme alas, para enseñarme como batirme entre las corrientes de aíre, y como aterrizar después.

Entre los lomos de los libros, aparece un haz de luz que me sorprende en principio; luego me doy cuenta que es el monitor del ordenador el que lo produce, —“mientras leo un libro en el sofá; bajo la ventana y, mientras llueve”—, justo detrás de los estantes de libros.

Bajo las escaleras que suben al segundo piso, mientras las bajo, dejo atrás la habitación que más luz percibe la casa, por su orientación, única, no solo absorbe luz, también calor, es mi favorita… desde su ventana puedo ver toda una vega Granadina y el pueblo de Lorca a lo lejos, y más allá las inmensas montañas de sierra nevada ya blancas por las primeras nieves.

Vuelvo al lienzo aún en proceso de surgir de fluir, me dejo llevar, me dejo seducir por su propia historia, pero a la vez introduciéndole la mía propia.

Mis pensamientos entran de pronto entre bloques de hormigón, ventanas cerradas, calles sin luces, calles desierta, sin sombras. Aparecen de pronto destellos de voces que me asombran de sus propios recuerdos. Incluidos los mío, que surgen de aquellos que un día me hicieron soñar.

Vuelvo a las ascuas del fuego, me vuelvo a sentar, respiro y pienso que el día se fue, fuera ya no queda luz del día, debo encender las luces si quiero saber por donde caminar sin tropezar. Pero me relajo, vuelvo a buscar aquél libro que comencé esta mañana y quisiera saber más sobre él. Dejo el vuelo del águila, dejo el calor del hogar, me acerco ahora a otro pensamiento y sigo con la música de Mertens. Aún no sé como terminará el día, ni si este texto será concluso, intento pensar qué tengo delante…

Aunque el día es de lluvia y gris, la noche aparece después de un día lleno de colores, de magia y esperanzas. El sol queda en mi retina, y aún la sensación quema en mi piel; el mar quedó atrás, quieto, sin oleajes, como una laguna, pero intensamente azul.

En las horas que preceden a la llegada del alba todos estamos preparados para observar como la actividad humana surge de todas las partes del interior. Ya no queda nadie cerca de la costa. Los barcos partieron hace horas. Ahora solo queda esperar la siguiente llegada, con los tesoros más esplendidos de otros lugares lejanos. Pero para mí, el tesoro más esplendido está aquí, en mi corazón.
Como Nómada he parado; un descanso para estas piernas cansadas de caminar por senderos extraños, lejanos, misteriosos. Me quedo, me toca este descanso, me toca respirar de lo que un día me llenó, para poder llenar este que terminó hoy y, ofrecerlo de nuevo.

Nunca dejaré de asombrarme, aunque sé que tampoco de aprender. Descubrir que de amor no se muere, aunque parezca que sí. Descubrir que existen lugares y lugares, saber que en realidad no se puede estar en todas partes, pero sentir que sí lo estás. Saberse, descubrirse, estar, ser... aunque parezca que no, existen diferencias…
http://www.calle-ficcion.debatepress.com/?p=verNoticia&idNoticia=12932&idCategoria=1

Juan Manuel Álvarez Romero © 2011


sábado, 8 de septiembre de 2012

Los rostros.-











http://youtu.be/dFQLdDS3Klw




La mirada del otro

Los rostros.-

Los rostros caminan sin cuerpo, sin el cuerpo el rostro torna a ser él, a ser lo que verdaderamente representa; la humanidad. 

Fuera de los mitos de la mascara, los rostros son símbolos originales que conforman códigos semióticos, un lenguaje, una ciencia… sin sus orificios los rostros serian como un lienzo en blanco, sin sus ojos, nariz, boca, orejas, no podríamos identificarlos como independientes…

Un rostro nos cuenta la verdad o la mentira, la duda o la pregunta… nos muestra la incógnita. Sus ejes simétricos o asimétricos, su belleza o su fealdad, nos muestra sus huellas de identidad con sus rasgos particulares. Su procedencia, su origen, su lugar, su rebeldía.

Los nuevos códigos se muestran tras rostros vacíos, sin gestos, rostros de otros, rostros de lejanías que viajan en metro o en autobuses… luces que simbolizan el tiempo… “variantes libres” sombras expuestas en humanos.


Fórmulas semióticas en ejes diferenciales que no lingüísticos… palabras vivas, poemas con ojos, poemas visuales, sentidos líquidos de pensamientos. Huellas de sentido onírico, místicos a veces, otros repletos de metáforas. Maquinas de rostridad, constructoras de sueños y esperanzas.

Un rostro cualquiera nos lleva a otros mundos, otras vidas; nos enamora, nos tonifica, nos seducen, nos alegran o entristecen.

Un rostro puede ser producto de consumo, de belleza, de camino, de juegos sexuales, de deseos… curiosidad, despecho, ironía, éxtasis. Forma parte de la Desterritorialización, de la antropología social, de la historia, de los miedos, de las soledades, de misterios y dudas, del egoísmo del yo, tu, mío.

El rostro es la imagen de la belleza, del amor, de la paz, del deseo mas profundo… no solo habla, comunica, piensa… no es una mascara con decoraciones que mistifican sus mensajes. Es humano, es ser, es el.

El rostro es parte de la literatura, de la arquitectura, del arte, forma parte de la humanidad, forma parte de la historia.

(“No es animal, pero tampoco humano… Gilles Deluze”)

El rostro que reconozco como parte de mi identidad, me envuelve en una vida, en un misterio, en una duda, en mis soledades más íntimas, en mis deseos más profundos. El rostro que cambia mi vida es el más bello, es el más sentido y vivido, el más sexual, el mas amado… no hay otro, no hay otra forma de verlo, de sentirlo, de desearlo… el rostro que me seduce para siempre es el más hermoso… me saca de mis silencios, de mis sombras… me saca de lo que no quiero… de la oscuridad… me lleva lejos, cambiamos de continentes, de planetas… el rostro que amo es el rostro de la humanidad, de la libertad, del aíre, del mar…

El rostro eres tú, yo, él, ella, ellas, ellos, nosotros la humanidad… con sus voces, sus palabras, y con una voz propia, ¡basta!

El rostro que me sé, solo busca la verdad, el rostro que deseo, solo sabe de belleza, el rostro que persigo, es mágico, maravilloso…es el alma, es su esencia vital, es el rostro que sigo esperando para compartir mi soledad.

El rostro que sigo esperando me libera, me transforma, me aleja de las sombras… el rostros que espero eres tú.

Juan Manuel Álvarez Romero.- escritor y pintor - 19- 8-2012http://www.alvaeno.com/letrasTRL.htm

Disfrutar del camino se sale del tiempo...















Todo en el caminar lleva su tiempo, todo lo recorrido queda en el tiempo, todo el tiempo es camino... disfrutar del camino se sale del tiempo...

jueves, 6 de septiembre de 2012

La nuez.-


NÓMADAS.-
La nuez.-  
Cuentos breves 

Una nuez fue a darte en la frente cuando dormías bajo aquel inmenso nogal; posiblemente centenario, alto, robusto, casi que tocaba el cielo.
Aún no sabes como terminaste ahí, pero dormías profundamente bajo el centenario árbol, en un día de calor extremo. No despertaste del todo hasta la tercera nuez, que fue la que provocó que maldijeses aquel maravilloso lugar. El sol aún estaba alto, muy alto, sobre tú cabeza. Te salvaba de él la sombra del nogal.
Mientras te despabilabas observaste que estabas junto a un bosque frondoso, fresco y húmedo, incluso que cerca corría un arroyo de agua dulce que no tardaste en localizar y llegar hasta el. De pronto sentiste una gran paz y protección, pero a la vez estabas asustado y perdido. No sabías como habías llegado allí.
Después de zambullirte en el arroyo, y refrescarte de aquella humedad pegajosa que provoca el calor en estas zonas boscosas y en la que aún no sabías ubicarte, ―mucho menos ubicarla ―, volviste al lugar donde te despertó la nuez, la primera nuez. La confusión no tardó en llegar, tus ideas sobre ti mismo te estaban haciendo sentir mal. ―Otra nuez más te dio en la cabeza―.
Observaste que era una ardilla la que te lanzaba desde lo alto del nogal una nuez tras otra, te decía a su manera que estabas invadiendo su territorio y que te largases, llegaste incluso a verle el entre cejo malhumorado. Pero estabas tan confundido que solo supiste sacarle el puño en señal de protesta.
Comenzaste a observar el lugar, entre preguntas de quién eras y que hacías allí. Aun así, el lugar te estaba llenando de una sensación maravillosa, de paz y, no sabías el porqué. ―Daba igual―.
Caminaste durante horas alejándote cada vez más del nogal bajo el que despertaste, ―y del que traías un buen chichón en la frente―, caminabas sin rumbo, te buscabas a ti mismo al tiempo que la salida de aquél lugar en el que de pronto te descubriste. El lugar es hermoso, te decías una y otra vez, este lugar es mágico, y así con estos pensamientos y bienestar físico percibiste que el sol desaparecía a tu espalda, entre los troncos de los nogales que nunca terminaban, y que cada vez era más espeso el entramado de árboles que se mezclaban ya con especies como castaños, álamos y otras como las robinias y arbustos. Comías inconscientemente una nuez tras otra, te agachabas tan solo y tenías varias, sin esforzarte, las partías golpeándolas una contra otra entre tus manos, y todo esto con la mirada perdida en un horizonte que aun no aparecía y que cada vez estaba más oscuro. Estabas dejando atrás el sol, tanto que se convirtió en un puntito.
Encontraste un camino, un sendero, posiblemente hecho y trazado por el pasar de algún ciervo o jabalí. Decidiste seguirlo a pesar de no saber de donde venias ni a donde ibas, seguro que algún lugar llevaría. Pensaste y sentiste la angustia de no saber tú nombre, te mirabas una y otra vez tus manos, tus pies, incluso tú ropa sucia y rota.
El silencio te acompañó y persistió todo el tiempo, tan solo las lechuzas rompían la monotonía de este, ya no podías ver, te abrazabas a cada árbol como si en ello te fuera la vida. En la oscuridad resaltó el blanco de tus ojos, y el sonido de tus pasos sobre la maleza y madera seca comenzó a predominar. Ya no sabías realmente ni que eras.
Comenzaste a pensar que eras parte del suelo, te sentías pegado a él; de pronto tus manos se quedaron pegadas a aquel tronco grueso y viejo al que finalmente te abrazaste, tus pies se pararon de tal forma que realmente te quedaste pegado a la maleza del suelo. Te hundías en este suelo, en esta materia orgánica que se descomponía lentamente. Sentiste como el olor a humus invadía tú cuerpo. Ya no podías tener referencias visuales identificables, reconocibles por el instinto que te llevó hasta este punto.
...Hoy eres una nuez, en una bolsa de supermercado.

Juan Manuel Álvarez Romero.- ®2011 Cuentos breves

lunes, 27 de agosto de 2012

A pesar de todo
















Siento como la escarcha recubre mi cuerpo,
Siento lentamente, sin prisas, mientras duermo, mientras camino.
Siento en pleno agosto un frío infernal, de esos que llegan hasta los huesos.
Siento como el aíre recubre mis sienes palpitantes
Siento como los días se evaporan
Siento como los años pasan sin dejar huellas
Siento como todo retorna a un vacío que desconocía
Siento como todo torna a los silencios más terribles.
                                        ***
A pesar de todo, la vida fluye
A pesar de todo, el amor perdura
A pesar de todo, el alma vuela
A pesar de todo, los silencios tornan en palabras
A pesar de todo, la vida continua, el camino se abre…
Juan Manuel Álvarez Romero ®2012

martes, 21 de agosto de 2012


                  

(Es momento de aullar…
Saramago)


Recorremos lugares que nos llevan a otros nuevos, sin pedirlos, sin desearlos… pero que sin duda nos abren nuevas puertas.


Siento la extrañeza de no estar solo, siento la extrañeza de no ver, siento la extrañeza de delirar, siento la extrañeza de mi propia sombra... siento la extrañeza de extrañar... siento la extrañeza de la palabra y su agramaticalidad, del lenguaje y de su gramática…

Nunca tuve anclas, ni un pie en la tierra, sobre vuelo siempre las nubes sin ser visto, realizo viajes sin salir de casa, camino despierto sin despertar… deambulo sin deambular, entro y salgo sin sus contras, encuentro aquello que nunca busqué…

Y ahora cuando a veces despierto, me encuentro con una locura infernal, un estrés imparable que lo envuelve todo; los medios y su leguaje, el juego mediático que involucran en serios limites y limitaciones sociales que si no se paran desde un pensamiento libre y creativo, nos absorberán inexorablemente…

Busco en las palabras soluciones, porque los pensamientos están casi siempre en conflicto con el corazón… me pesa el alma al ver tantas injusticias, al ver la desolación, el exterminio de los derechos, me pesa ver lo que ya no se ve, y lo nuevo por ver…


En los proyectos del ayer crezco en nuevos ideales sin límites, sin huellas, sin la expansión de las nuevas palabras por descifrar… busco respuestas a todo aquello que me provoque risas extrañas, risas externas, risas sin sentidos.

Me busco en las palabras que me sobrepasan en cuestiones de sentidos, de mi participación en la manada… mis ideas de libertad que estaban claras antes y, que ahora parecen desminuir si no ando con cuidado… entrar en el pozo es fácil… lo difícil es salir

Miro hacia fuera porque mirar desde dentro es sopesar las tristezas que no nos deja en paz si les echamos demasiada cuenta… las soledades andan por todas partes.

Busco en las palabras que me acompañen en mis recorridos nocturnos por la ciudad, busco en ella la noche, porque el día ya es sabido de movimientos mercantiles de todo tipo, en las que las palabras se miden por otros códigos que casi no reconozco, o que quizás son nuevos para mi, “ todo cambia”  y ahora debo aprender si no quiero terminar autista en un mundo de comunicación … me encuentro con personas que casi no saben hablar, se les olvidó la comunicación oral; comienza su nuevo recorrido por los silencios… las voces se pierden en la memoria, las ideas son escritas directamente en las redes, los símbolos y códigos son otros y de otros… los míos permanecen en equilibrio constante pero firmes con horizontes fijos sin final, allí nunca se llega, pero es lo que hace que camine y que siga, cuando creo llegar descubro que está más allá, en otro más distante…

Los nuevos códigos se muestran tras rostros vacíos, sin gestos, rostros de otros, rostros de lejanías que viajan en metro o en autobuses… luces que viajan en rostros, rostros que son símbolos… “variantes libres” sombras expuestas en humanos.

Como entender el lenguaje sin sus rostros, sin sus huellas de identidad… viajes entre la gramaticalidad del lenguaje y la agramaticalidad de la palabra…

Lo mismo aplico a la mirada de los otros en los que no existe un código legítimo con una gramática clara, con un significado claro en sus palabras agramaticales…

No podemos dejar de ver como la lingüística varia de estados mentales por sus complejas miserias en bocas de locos fascistas… mensajes que transcienden a mentes peligrosas sin un código de honor… de la moral de una sociología antropológica en busca de respuestas. Mientras los arquitectos sociales construyen tras escenografías falsas y, con actores manipulados por hilos, realizando una doble función.

Me pongo la mascarilla antialergias cuando leo la prensa…


... somos sueños, esperanzas vivas... caminar sin sueños es ir sin corazas... los sueños nos salvan, nos dan alas... nos liberan y eso nada lo puede evitar... por eso ser sueño es ser libre... la realidad debe viajar en la punta de los dedos de los pies, donde con el zapato la asfixiemos... Otras utilizamos palabras que solo les están permitidas a los niños, poetas y locos y que nos liberan de los estados de emborrachamiento social, de medios y de locuras de voces que nos alejan de nuestra creatividad natural, liberándonos de las sombras…

Conocemos en las artes todo aquello que nos mostraron gritos de desesperación tras una decadencia demencial en lo social, abstraídas de leyes y normas a cumplir, mitos expuestos a demencias abstractas y, no deberíamos olvidarlas para evitar sombras…

En las palabras encontramos el opuesto a los miedos, a las limitaciones a ellos y sus fronteras extraídas de la historia, de sus raíces prehistóricas en lenguajes semióticos repletos de huellas sin sombras…

Nos buscamos en la cuántica diaria para huir de las sombras que ocultan del sol, despejo las nubes de un soplido, y ahuyento las llamas, a veces con éxito y otras sin el, pero con la liberación del alma… obtenido el éxito o no, la historia está ahí.




En las artes y en todas sus expresiones encontramos el referente social abierto a mensajes que nos muestran un camino o un recorrido de silencios de otros, pero que en la expresión, y en sus códigos vemos muestras del ayer y del hoy, nunca del futuro… —“nunca hay que dudar que se produzcan fenómenos de comunicación a nivel visual… Gilles Deleuze”— en tiempos de crisis tanto sociales como creativos, los nuevos códigos resurgen de cualquier lugar, son fenómenos semióticos que se engrosan en nuevas formas de expresión… las arquitecturas sociales nos muestran nuevas formas y posibilidades de liberación… de recrear desde lo ya conocidos, para abrir otros nuevos… aunque el objetivo sea a la inversa.

La semiótica,  como ciencia autónoma nos muestra nuevos códigos de lenguajes, aunque no lo sean, en la arquitectura encontramos un camino de comunicación, tanto social como estético, que nos muestran caminos de funcionalidad comunicativa, nuevas formas, de estética abiertas a nuevas formas y nuevos conceptos…

Los nuevos espacios sociales se cierran o se abren, dependiendo de cada funcionalidad, de cada elemento cognitivo dentro de la colectividad social… pero en su conjunto desaparecen con pretextos inhumanos en nombre de la humanidad.


Juan Manuel Álvarez Romero. Escritor y pintor® - 2012-08-17

sábado, 4 de agosto de 2012

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Inexorablemente.- La conciencia.-












Nómadas
Como quisiera que no existieran las fronteras que hoy rigen el mundo, en silencio, sin darnos la oportunidad de poder elegir libremente. Como quisiera que la libertad fuera como esta música, que por unos instantes me hacen volar como esa hoja que cae en otoño, segura de haber cumplido con su objetivo como ser. Como quisiera saber la forma de borrar tantos horrores quebrantados en nombre de la paz, de la libertad… como quisiera saberme en un mundo honesto, unido y libre…sin mentiras, sin manipuladores. Como quisiera que la palabra libertad tuviese su verdadero significado.


Inexorablemente.-

La conciencia.-

El cerebro tiene diez mil millones, quizá cien mil millones de neuronas, y eso es todo. Ni una sola neurona sabe quien eres ni le preocupa. Son demasiadas estúpidas para esto. Por tanto, tiene que tratarse de una democracia, las neuronas trabajan en equipo y compiten entre ellas sin que nadie se ocupe de ello, porque nadie puede ocuparse de ello. Si todavía existe una teoría de la conciencia con un jefe supremo, es una mala teoría.
Filósofo, Daniel Dennett 

La noche aparece de una forma diferente cada día. No, no es absurdo, ni molesto tampoco… ―es doloroso― sé que cuesta entender, pero las cosas quedan en un estado diferente, ya nada es igual; porque todo cambia, todo gira rápido, y no da tiempo de ir asimilando  lo que ocurre a nuestro alrededor. Tenemos que ser rápidos, como nuestros ancestros los cazadores recolectores, y si no eres rápido y competitivo te quedas atrás, de una forma inexorable… al menos lo hacen sentir así.


Busco pensamientos que calmen ese miedo —invisible— que circula a mi alrededor, ―Deformación social―, totalmente inestable, que se derrumba porque el ciudadano está ocupado en mantener sus pilares en pie, sosteniendo lo poco que le queda con una mano mientras que con la otra intenta salvar sus derechos; cuando estos pilares se derrumban, viene el caos de salir nadando… porque si no lo haces te ahogas, inexorablemente. Esto pertenece a un plan preestablecido por los diseñadores y arquitectos sociales; arquitectos con menos escrúpulos que los mismísimos políticos, que ni siquiera saben que quedarán en la historia como asesinos, y si lo saben, creen que están haciendo un bien…

Las libertades que un día, parecían estar, ya no lo están, los derechos que mantenía una sociedad sana, van desapareciendo… los proyectos de futuro que mantenían a una sociedad mentalmente sana, también tienden a desaparecer… como todo, resurgen nuevas fronteras, políticas, sociales, de pensamientos, y de incertidumbre…

Sobrevivir a las realidades… porque ya se han convertido en parte del día a día, quieras o no, estés en los medios, o no, tan solo con ir a comprar el pan, ya vuelves a casa con una nueva visión del mundo diferente al día anterior… uno se empeña en hacer del día un tiempo mágico y especial, lleno de cosas nuevas para no sucumbir en el, inexorablemente.

Caminando por la ciudad,  calles, plazas,  como si fuese un extranjero, en busca de lo que pueda recordar como parte de mí, como parte de una huella de identidad...

Me identifico con el agua, porque fluye; fuentes, perfumes... miradas... todo fluye a mi alrededor como si nada ocurriese... ―o quizás solo sean mis pensamientos deseados―, o el deseo de los otros, ver que nada ocurre... sabiendo, que ya no hay agua en las fuentes, que los jazmines se secaron y que por lo tanto el aroma ya no existe más que en mi, como quizás no ver la tristeza en las miradas, porque esas miradas de los otros no quieren que sean vistas. De todas formas esta ficción me salva en estos recorridos...  en parte, llenos de momentos que sobreviven en estos sueños, porque de todo sueño se despierta y termina sabiendo de la verdad, de la realidad… no se puede huir.

Los silencios que me persiguieron durante un tiempo, quizás para ser observador, quizás para entender, quizás para canalizar, quizás para entenderme de una forma diferente, ya que todo cambia.

Todo puede ser maravilloso si lo construimos nosotros y no el poder. Para hacer un mundo más humano.  

Aun cambiando todo a mi alrededor, está mi conciencia; intacta, junto a mis pensamientos intactos pero en evolución constante.

Esta,  mi conciencia, dice que no, continuamente me dice que no, que no hay que dejar que nadie tenga derechos sobre los demás, de arrebatar conciencias, pensamientos, derechos, culturas en nombre del capitalismo, en nombre del buen samaritano, de una crisis inventada, provocada, solo para generar miedos, confusiones, culpables, impunidades, caos... enriquecer más a los más ricos y empobrecer más a los más pobres, generando al tiempo nuevos ricos y nuevos pobres; incluyendo sociedades y, continentes...  esto no tienen qué ser inexorable.

Han surgido nuevos caminos a seguir, impuestos, y a esto mi conciencia dice que no. Han surgido intentos de aplastar en nombre de un cambio necesario, sabiendo que estos cambios traerían el caos. Todo cambia sí, pero no de esta forma… cambiar el mundo para mejor,  que tengamos alimentos para todos en el planeta, para repartir las riquezas por igual, los derechos mejor repartidos por el mundo… utilizar realmente las cartas de los derechos humanos, para que no queden en papel mojado, ― en esta carta, si la leemos y la llevamos acabo, está todo, todo para crear un mundo mejor― la igualdad entre seres humanos en todos sus contectos… pero se adelantaron desde el fondo monetario internacional, precisamente para que esto no ocurra, para que las riquezas queden en manos de los ricos y nuevos ricos, para que siempre exista la separación, para que las fronteras no se abran, ―tanto físicas como de pensamientos―,  para que la conciencia del colectivo humano se desconcierte y genere caos y confusión… miedos, incertidumbres… terror; para que esta conciencia no despierte del todo, intentando apagar las voces que ya comenzaban  a ser escuchadas por el mundo como un mensaje de cambio en la humanidad desde una perspectiva humana, y no capitalista y manipuladora…
 Podemos cambiar el mundo entre todos, sin necesidad de un sistema fascista, opresor y sin escrúpulos… La historia se repite, a veces en forma de espiral, otras en forma de círculo… algún día podremos caminar en línea recta




Juan Manuel Álvarez Romero- escritor ® 4-8-2012